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Conflictos laborales en la “Nueva normalidad”

Actualmente, estamos viviendo una crisis mundial multidimensional que se profundizó con el advenimiento de la pandemia generada por el COVID19. Dicha pandemia nos llevó al confinamiento social obligatorio y está transformando todas nuestras relaciones sociales bajo el rótulo de una “nueva normalidad”.

 

Deustch Welle

Antes del coronavirus, el mundo estaba atravesando un nivel de movilización masiva sin precedentes. Según el diario español digital, Diario.es: “De 2010 a 2019 se registraron más movimientos a favor de una transformación radical del mundo que en cualquier otro período desde la Segunda Guerra Mundial”. Pero, la movilización en las calles se detuvo abruptamente en países tan dispares como la India, Argentina, Líbano, Chile, Hong Kong y Estados Unidos, entre otros.


Sin embargo, la pandemia no impidió que se detengan las protestas de diferentes actores de la clase trabajadora, ya que fiel a su perseverancia y creatividad, ha encontrado nuevas formas de expresión. Si bien el confinamiento obligatorio nos llevó a todos a estar aislados físicamente, la lucha en el territorio virtual no paró un solo día.


Durante los últimos meses, se ha dado un aumento exponencial del uso de las plataformas digitales y no solo por entretenimiento, si no que organizaciones de trabajadores han encontrado también un terreno fértil para continuar su programa de lucha (El usuario medio de Internet pasa 6 horas y 43 minutos por día en línea, más de 100 días al año, según el Informe Digital-2020 de wearsocial.com). Vemos cómo se desarrollan diariamente seminarios de formación política, charlas académicas, debates intersectoriales y espacios para discutir diversas acciones reivindicativas.

A medida que se van flexibilizando las cuarentenas en los diferentes países, se visualiza que las diversas medidas de protesta callejeras comienzan a resurgir con fuerza. Esto lo podemos ver en América Latina en Brasil, Ecuador, Bolivia, Chile y Argentina, entre otros.


Sólo por citar alguno, observamos en Argentina una relación directa entre la flexibilización del aislamiento social obligatorio y el aumento de huelguistas. En abril del 2020 se registraban 53.223 huelguistas, que en su mayoría, correspondían al sector privado; y ya en el mes de junio se registraron un total de 261.097 huelguistas. Otro indicador que nos permite ver dicha relación, son las acciones conflictivas: que pasaron de 138 en abril, a 456 en junio. También los paros de actividad pasaron de 24 en abril a 92 en junio.

Ante esta situación general, podemos concluir, en que la clase trabajadora se adapta e inventa nuevas formas de lucha y organización, que combinadas con las tradicionales, muestra su conciencia del momento histórico. En un mundo donde una minoría concentra las grandes riquezas socialmente producidas y cada vez más masas de trabajadores quedan excluidas, parece no haber tiempo para quedarse en casa de brazos cruzados. Hoy las grandes mayorías vuelven a la calle a disputar “la nueva normalidad”.


Observatorio Internacional del Trabajo del Futuro

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