top of page
oitrafuturo

1° de mayo: las luchas de ayer, las injusticias de hoy

Día Internacional de las y los Trabajadores


Hoy es 1° de mayo, y se celebra en todo el mundo el “Día Internacional de las y los Trabajadores”, en conmemoración a uno de los tantos hechos trágicos y sangrientos que vivieron las y los trabajadores a lo largo de la historia, por la lucha y la reivindicación de sus derechos laborales.



Un día como hoy, pero de 1886, en Chicago, Estados Unidos, un grupo de obreros estadounidenses, que años más tarde y hasta nuestros días serían recordados como “Los Mártires de Chicago”, iniciaron una huelga en reclamo por el cumplimiento de las ocho horas de trabajo, bajo el reconocido lema “ocho horas de trabajo, ocho horas de ocio y ocho horas de descanso”.


La huelga terminó en represión y fusilamiento de los obreros que participaban de la misma, y cada primero de mayo, los movimientos obreros organizados del mundo recuerdan esta fecha y reivindican la lucha llevada adelante por aquellos mártires que reclamaban por mejores condiciones laborales.


Las “nuevas fábricas” del sistema capitalista


Hoy, con el avance de la cuarta revolución industrial o revolución tecnológica, las condiciones de las y los trabajadores del mundo no son las mismas a las del capitalismo industrial del siglo XIX. Si bien el objetivo de la presente nota, no es ahondar en sus características, dedicaremos a modo de caracterización de dicha fase, algunas líneas.


El desarrollo del sistema capitalista en su fase financiera transnacional se encuentra atravesando una profunda crisis, que repercute de manera multidimensional en todo el territorio global. Observamos cómo esta nueva fase, caracterizada por la digitalización de la economía y la virtualidad de la vida, empuja a las y los trabajadores, no ya a las viejas fábricas industriales en dónde eran disciplinados bajo la lógica del trabajo común y a fuerza de hambre y sangre, sino a las “nuevas fábricas” del territorio virtual, con sus plataformas y redes sociales, construyendo nuevos valores organizativos (GIMENEZ, 2020).


A pesar de que estas nuevas formas de producción de la riqueza, traen aparejado transformaciones y cambios en el mundo del trabajo, hay una cuestión central que se mantiene como constante: el objetivo de la concentración y centralización de la riqueza producida por parte de los grandes “dueños” del mundo, a costa de las y los asalariados, que a través de su fuerza de trabajo, producen la misma.


¿Pero cómo se distribuyó esta riqueza en nuestro país durante los últimos años?


Las luchas de ayer, las injusticias de hoy


Es por de más conocido que a largo de la historia del capitalismo la distribución del ingreso ha sido la principal disputa entre trabajadores y empresarios, entre las cámaras empresariales y los sindicatos. En nuestro país, ese famoso “fifty fifty” se logró y supero por la lucha de los y las trabajadoras bajo el gobierno de Juan Perón y Cristina Fernández.


Hoy los datos muestran que la participación salarial en el PBI es del 43%, muy lejos del 51% del 2015. La pandemia y el estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania generaron un aumento en los precios internacionales de los comodities que significan ganancias extraordinarias para unos pocos y encarecimiento de los alimentos y por lo tanto pérdida del salario para las grandes mayorías.


El Centro de Economía Política de Argentina (CEPA) realizó un estudio sobre la participación del salario en la economía y su continua caída en los últimos años, lo que significa ampliación de la brecha entre ganancias empresarias y sueldos, es decir empresarios más ricos y trabajadores más pobres.



El estudio fue realizado en algunas de las empresas más importantes del país como Arcor, Molinos, Aluar, Newsan, Sociedad Comercial del Plata y Carrefour, muchas de ellas monopólicas en diferentes sectores de la economía y por lo tanto responsables del aumento desmedido de precios. De esta manera acrecientan sus ganancias a costa del salario de los y las trabajadoras.


El costo laboral sobre ventas retrocedió al 12,2 por ciento en promedio en 2021, desde el 13,3 por ciento de 2020. En 2016 el costo laboral sobre ventas para ese conjunto de firmas era del 18,9 por ciento, 50 por ciento más que el año pasado. En 2017 fue del 17,7 por ciento, en 2018 descendió al 14,7 por ciento y en 2019, al 10,8 por ciento.



Identificando a los ganadores


Algunos datos para tener en cuenta y entender el proceso de transferencia del salario de los y las trabajadoras a las ganancias de los empresarios. Según el CEA (Centro de estudios Agrarios) en la industria aceitera el 85% de la producción está concentrada en 4 empresas, AGD 28%, Cañuelas 26%, Malinos 22 y Tanoni 9%. En la industria harinera el 87% de la producción se concentra en 3 empresas, Molinos Cañuelas 35%, Morixe 30% y Molinos Rio De la Plata 22%. Por último en la industria de los fideos 5 empresas concentran el 81% de la producción, Molinos Rio de la Plata un 35%, San Salvador 18%, Molinos Tres Arroyos 10%, Molto y Marolio 10% y Arcor 5%.


En el siguiente cuadro podemos ver el incremento de las ganancias de las 3 principales empresas de elaboración de alimentos durante los últimos años:



Estos datos derriban la creencia popular de que cuando se produce una crisis económica todos pierden. Está claro que mientras algunos sectores de la economía, principalmente el de las y los asalariados, pierden, otros sectores de la economía, algunas empresas, continúan concentrando y acumulando la riqueza producida por estos primeros.


Recuperar la iniciativa


Generar las condiciones institucionales, políticas y económicas para el reparto equitativo de esas ganancias extraordinarias en la masa total de la población se vuelve urgente y necesario. La fábula de la “teoría del derrame” ya mostró sus resultados y el derrame nunca llega a las y los trabajadores, y termina en paraísos fiscales del exterior.


Hacemos mención al proyecto anunciado por el ministro de Economía Martín Guzmán de un “Impuesto a las ganancias inesperadas”, como una de las tantas herramientas necesarias para mejorar la distribución del ingreso, en un país con una economía que a pesar de recuperar las fuentes de trabajo, la pobreza continúa llegando a la mesa de las y los argentinos.


La historia del movimiento obrero organizado de los últimos siglos y la crisis actual que atraviesa el sistema capitalista en su conjunto, nos invitan a recuperar la iniciativa a las clases subalternas, y lograr una sociedad más libre, justa y soberana.


Por el Observatorio Internacional del Trabajo y el Futuro


Bibliografía:


-Centro de Economía Política de Argentina. (2022). “Informe participación del salario en la economía argentina”. ISSN 2796-7166. Consultado en https://centrocepa.com.ar/


-Giménez, P. (2020). “Un primero de mayo (muy) diferente, un mundo en guerra mediado por la virtualidad”. Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico – CLAE - http://estrategia.la/2020/05/01/un-primero-de-mayo-muy-diferente-un-mundo-en-guerra-mediado-por-la-virtualidad/

Comments


bottom of page