top of page
  • oitrafuturo

Un sistema sin límite moral ni material: aumento del Trabajo Infantil

La ONU ha declarado el año 2021 “Año Internacional para la Eliminación del Trabajo Infantil” para abordar los desafíos planteados por la COVID-19 y acelerar el progreso de poner fin al trabajo infantil en todas sus formas para el año 2025.



Existen actualmente 40 millones de personas que viven en situación de esclavitud moderna y 152 millones de niños y niñas que realizan trabajo infantil. Sabemos que estas son cifras oficiales y que muchas más personas en el mundo son esclavos laborales.


La pandemia vino a acelerar los procesos de digitalización de la economía y por lo tanto de explotación. La restricción en la circulación de las y los trabajadores tuvo consecuencias inhumanas nunca antes vista. Durante el 2020 el 77 % de las y los trabajadores tuvo algún tipo de restricción a la hora de poder realizar su trabajo. Esto genero un aumento exponencial del desempleo y como consecuencia de la pobreza en general y en particular en las niñas/os, Unicef preveía que el número de niñas/os que viven en hogares pobres puede aumentar a 140 millones a fines de 2020. Vemos a través de algunos indicadores como este sector de la sociedad fue el más perjudicado.


Salario


El salario, ese dinero que el empleador entrega al trabajador y trabajadora a cambio de su fuerza de trabajo y que debía garantizar la supervivencia de él/ella y su familia, ya no es lo que era. El salario en la actualidad no solo NO genera las condiciones mínimas e indispensables para la familia sino que NO las genera para el mismo trabajador/a. Esta situación, profundizada por la pandemia, obliga a que para poder subsistir varios miembros de la familia salgan al mercado de a trabajo, entre ellos mujeres y niños/as. Según la OIT, se estima que los ingresos provenientes del trabajo a escala mundial en 2020 (sin tener en cuenta la adopción de medidas de apoyo para garantizar los ingresos) disminuyeron un 8,3 por ciento, a saber, 3,7 billones de dólares de EE.UU, o el 4,4 % del producto interior bruto (PIB) mundial.


Educación


El cierre de escuelas como resultado del confinamiento por la COVID-19 está aumentando el riesgo de trabajo infantil. En el pico de la crisis, el cierre temporal de escuelas afectó a más de 1.500 millones de niñas/os y jóvenes en todo el mundo.

Una interrupción de la educación a esta escala no tiene precedentes y podría tener implicaciones muy serias para el trabajo infantil, y los derechos de las/os niñas/os. Hay más de 168 millones de estudiantes que hace un año no van a la escuela. Dos terceras partes de los países que han cerrado se encuentran en América Latina y el Caribe.

La interrupción de la escolaridad en muchos contextos desfavorecidos también significa una interrupción de los programas de alimentación escolar, que pueden ser vitales para satisfacer las necesidades de las familias vulnerables. Más de 370 millones de alumnas/os en todo el mundo no se beneficiaron de las comidas escolares.



Trabajo doméstico


Los niños, en particular las niñas, además del riesgo de trabajo infantil, pueden verse abrumadas por el aumento de las tareas domésticas y las responsabilidades de cuidado. La economía del cuidado es el trabajo NO pago. La mayoría lo realizan las mujeres y equivalen a 6,4 horas diarias. Son tareas domésticas y de cuidado.


Desafíos


Sin dudas la declaración del año 2021 como “Año Internacional para la Eliminación del Trabajo Infantil” ayuda a visualizar una de las aberraciones más grandes de este sistema, pero no lo resuelve. Para ello deben existir una participación más activa de las/los trabajadoras/es y sus organizaciones por un salario justo y en el control y ejecución de políticas públicas con un financiamiento que permita garantizar las condiciones de vida mínima e indispensable.


El sistema capitalista ha logrado romper los límites físicos y morales de la jornada de trabajo con el solo objetivo de aumentar sus ganancias, la pandemia vino a acrecentar esa explotación; solo la organización y la lucha de las/los trabajadoras/es permitirán generar las condiciones para un cambio real y no quede solo en declaraciones.

bottom of page